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Galicia acaba de despedir una primavera muy lluviosa en la que se registraron un 78% más de precipitaciones del habitual para esta época del año. Las lluvias de los últimos tres meses y en especial, las que se recogieron en el mes de marzo, convirtieron la estación en la más lluviosa que se vivió en la comunidad desde el año 1961.

La directora xeral de Calidad Ambiental e Cambio Climático, María Cruz Ferreira, hizo un avance esta mañana del informe de Meteogalicia sobre la pasada primavera, en el que se atribuye esta situación a las lluvias de abril y especialmente a las de marzo, un mes en el que llovió más del triple del habitual según los datos de la serie histórica, concretamente un 262% más.

La variabilidad también estuvo muy presente durante la estación, sobre todo durante mayo y abril, durante los que se alternaron períodos muy fríos y húmedos con otros cálidos y secos.

Por lo que respecta a las temperaturas, los termómetros se mantuvieron en niveles medios próximos a la normalidad aunque las máximas se situaron por debajo del promedio histórico. Lo más llamativo en este sentido fueron los valores de marzo, un mes con temperaturas 2,3 grados más bajas del habitual que lo convirtieron en el más frío de los últimos 34 años.

En resumen, Galicia viene de cerrar una primavera muy húmeda, marcada por el alta variabilidad de los meses de abril y mayo y con temperaturas medias sin grandes anomalías aunque con máximas más bajas del que cabría esperar.

Previsión para San Xoán

Por lo que respeta a la previsión de cara a el fin de semana, María Cruz Ferreira avanzó que todo apunta a un San Xoán marcado por las altas temperaturas, la sensación de bochorno y la posibilidad de tormentas, sobre todo en el interior de Galicia. Así, el verano arrancará la comunidad con un tiempo soleado y típicamente estival, marcado por dos variables: el calor y los posibles episodios tormentosos.