Comienza la aplicación de paja en las zonas más afectadas por el fuego en Ribas de Sil

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Tal y como estaba previsto, la Xunta comenzó hoy los trabajos de aplicación de paja -con la técnica conocida cómo mulching- en las zonas más afectadas por los incendios registrados este mes en el ayuntamiento de Ribas de Sil. Estas labores se llevan a cabo en las áreas más dañadas, donde se combina una severidad del fuego alta en la vegetación y en el suelo.

La técnica del mulching permite crear una cubierta protectora del suelo empleando materiales como la paja de cereales (de trigo, de cebada o de centeno habitualmente) y se aplica con un helicóptero –helimulching– en las zonas de más pendiente y de forma manual -mulching- en las áreas accesibles a pie.

Hace falta recordar que, aun permaneciendo el fuego controlado -mismo antes de darse por extinguido-, ya se desplazaron al lugar los técnicos especialistas del Centro de Investigación Forestal de Lourizán para evaluar los daños ocasionados. Así, se constató que el suelo sufrió un nivel de afición bajo, a pesar de la orografía abrupta y con pendientes acusadas en la zona.

Así, en gran parte del terreno afectado se comprobó que la buena gestión del monte y la rápida actuación de los medios de extinción ayudó a que ese daño fuese menor. Esto significa que cuando los suelos sufrieron ese nivel de daño, ninguna de sus propiedades físico químicas fue alterada y la capacidad de que se movilicen arrastres erosivos de importancia en esos suelos es muy baja.

Barrera natural

En esa evaluación se constató también que el fuego provocó el soflamado de las copas de los árboles, lo que derivará en la caída de las hojas que harán de barrera natural y protegerán el suelo. En este sentido, teniendo en cuenta experiencias anteriores, esa capa de hoja que caerá de forma natural sobre el suelo evitará el arrastre de sedimentos en más de un 95% y hasta el 100% cuando la cobertura del suelo quemado es total.

Además, en el reconocimiento aéreo también se comprobó la falta de afición de los canales de los ríos afectados, el Sil y el Lor, y la falta de conectividad entre estos y el área quemada. De hecho, los técnicos observaron que en el fondo de las vaguadas existe una barrera natural de vegetación que evitaría cualquiera arrastre de cenizas a los ríos.

En esta línea, la vegetación dominante en las zonas afectadas por los fuegos de Ribas de Sil son masas de Pinus pinaster maduro, lo que augura una buena regeneración natural en los próximos meses. Por otro lado, en la parroquia de Nogueira el mayor porcentaje de superficie afectada fue de matorrales de brezo, también con buena capacidad de rebrote.