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La subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez, expresó hoy su apoyo y solidaridad a las víctimas del terrorismo, en un acto organizado por el ayuntamiento de Portomarín para homenajear a dos vecinos del municipio que sofrieron atentados de la ETA. La subdelegada del Gobierno intervino en el homenaje dedicado al guardia civil Constantino Gómez Barcia, asesinado en Mondragón el 13 de marzo de 1977, y María Elvira Adelina Somoza Rodríguez, que resultó gravemente herida en el atentado que cometió ETA en el Hipercor de Barcelona, el 19 de junio de 1987.

«No estáis solos», remarcó Isabel Rodríguez en su intervención en la que afirmó que «este es un acto en el que el pueblo de Portomarín demuestra su cariño y su sensibilidad para con las personas que fueron víctimas inocentes de la sinrazón. A todas las víctimas y muy especialmente a las que nos resultan más cercanas, a nuestros paisanos, amigos, familiares, gente como nosotros que se convirtió en víctima sólo por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Fueron ellos, pero podría ser cualquiera de nosotros».

La subdelegada del Gobierno explicó que «yo me sumo gustosa a este acto de recuerdo y de reconocimiento, para darles las gracias, a las víctimas y a sus familias, y para demostrarles que, por mucho tiempo que haya pasado, no están solos. Con mí presencia en este acto, pretendo transmitiros a los familiares de Constantino, Adelina y su familia, nuestro reconocimiento, nuestro cariño y demostraros que contáis con el respecto de todos nosotros. No sólo de los vecinos de Portomarín, sino también del resto de los lucenses y personas de bien».

Rodríguez López añadió que «este es un acto sencillo, pero lleno de simbolismo y de cariño. Sabemos que nada podrá compensar el sufrimiento causado por los terroristas. Pero queremos que nuestras víctimas no se sientan solas, sino acariciarlas y abrazarlas para que sientan nuestra solidaridad».

«Recordamos hoy aquí a Constantino Gómez Barcia, un hombre joven, comprometido con la defensa de nuestros derechos, un guardia civil que dio su vida cumpliendo con la misión que tiene encomendada la Benemérita: garantizar las libertades de todos los ciudadanos. Por cumplir su deber y cuidar de nosotros, Constantino fue asesinado cuando estaba en lo mejor de la vida. Sólo tenía 21 años».

Es de justicia que sus familiares reciban nuestra gratitud y cariño. Como lo es manifestárselo a Adelina Somoza Rodríguez y a sus seres queridos. Adelina es otra víctima inocente, que sofrió una experiencia durísima, de las que dejan pegada para siempre jamás. Una mujer que salió de la casa, por algo tan cotidiano como hacer una compra en un hipermercado y que acabó viviendo un horror», destacó Rodríguez López.