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El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, -en la imagen- destacó hoy, en la rueda de prensa del Consello da Xunta, la aprobación del decreto por el que se declara BIC el paisaje cultural de la Ribeira Sacra, paso previo para que pueda optar a Patrimonio Mundial de la Unesco. Feijóo asevera que queda así acreditado su carácter singular y garantizado el máximo nivel de protección para este bien, cuya extensión consigue alrededor de 180 kilómetros cuadrados.

A lo largo de su intervención, Feijóo precisó que la Xunta logró reducir de dos a un año el plazo de tramitación. Y, durante el proceso, además de ambos informes de la Real Academia de Bellas Artes y del Consello da Cultura Galega, se recibieron 29 alegatos, de las cuales 23 fueron estimadas total o parcialmente.

El titular del Ejecutivo autonómico precisó que en virtud de este decreto queda establecido que el paisaje cultural de la Ribeira Sacra abarca parte del territorio de 22 ayuntamientos de las provincias de Lugo y Ourense en dos zonas diferenciadas: la del BIC; y la de amortiguamiento. Además de incluir una serie de bienes individuales: los que disfrutan ya de la máxima protección –70 Bienes de Interés Cultural entre inmuebles (58), muebles (3) y manifestaciones del patrimonio inmaterial (9)-; 512 bienes inmuebles catalogados en el ámbito del paisaje cultural de la Ribeira Sacra, es decir, que se sitúan dentro de la zona BIC y de amortiguamiento del bien que se declara por el presente decreto. Y 634 bienes inmuebles de carácter sagrado catalogados en el conjunto del territorio de la Ribeira Sacra -capillas, iglesias, ermitas, etc-, existentes en los 22 ayuntamientos representados desde el límite de la Zona de Amortiguamiento al límite del ayuntamiento.

Asimismo, el decreto establece un régimen de protección general de los bienes integrantes del paisaje cultural, que responde al régimen legal ya existente y regula la zona de amortiguamiento. Y otro específico para el paisaje cultural, que requerirá autorización para actuaciones mayores cómo nuevas construcciones, infraestructuras e instalaciones, la reconstrucción de inmuebles derribados, la modificación de la estructura tradicional en grandes superficies de terreno o la construcción de miradores y embarcaderos nuevos. Si bien, la normal actividad agrícola y la mayor parte de las actuaciones de mantenimiento y rehabilitación no precisarán de autorización.

Feijóo explicó que el decreto contiene también la descripción de los valores generales del paisaje cultural. Así, se analizan cuestiones como el valor de la Ribeira Sacra como paisaje cultural evolutivo; las características físicas del espacio natural; la ocupación histórica del territorio; la toponimia; la parroquia como unidad de estructura del territorio; y aspectos concretos como los socalcos, las cavadas, la casa tradicional, las bodegas y el patrimonio fluvial.

«Damos pois, hoxe, o paso previo para que a Ribeira Sacra poida optar á inclusión na lista do Patrimonio Mundial da Unesco», incidió, subrayando que, de conseguirse este reconocimiento se lograría: una mayor atracción turística y desestacionalización de la demanda; dotar de valor añadido a los productos agroalimentarios y artesanales locales; y un impulso y desarrollo en términos económicos y de creación de empleo en el rural.