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Un día después de que el Consello da Xunta diese el visto bueno al decreto por el que se declara BIC al paisaje cultural de la Ribeira Sacra, el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, avanzó hoy en Pantón, en el acto de apoyo de la candidatura de la Ribeira Sacra como Patrimonio Mundial, la puesta en marcha en 2019 del Plan Ribeira Sacra, que permitirá coordinar y gestionar de manera global las inversiones de las distintas administraciones en este área; «en definitiva, una herramienta que sumando esfuerzos multiplique resultados», aseveró.

Durante el evento, Feijóo subrayó además que con la declaración como Bien de Interés Cultural, la candidatura de la Ribeira Sacra como Patrimonio Mundial sube un nuevo escalón. «Un objetivo que puede darle mucho a esta tierra: más actividad, más dinamismo, más turismo y más valor añadido a los productos locales, de una manera especial a los caldos de esta región vitivinícola», dijo, subrayando que, de esta forma, podría ser la primera región vinícola española y el primer paisaje relacionado con el vino en el país que logra este reconocimiento, sumándose a otros europeos como Burdeos o Borgoña, por ejemplo.

A lo largo de su intervención, el responsable del Ejecutivo autonómico quiso destacar y reconocer la labor de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, para lograr gestionar esta declaración como BIC en el plazo más corto posible y con el máximo rigor. Y recordó que, además de no afectar a la actividad agraria, el procedimiento contó con una amplia participación social e institucional, celebrándose reuniones con los 22 ayuntamientos del área general de estudio, con las Diputaciones de Lugo y Ourense, con el Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra, con la Denominación de Origen de la Ribeira Sacra, con los agentes económicos y culturales de la zona, y con los responsables del desarrollo de la figura de protección como Reserva de la Biosfera, entre otras.

Asimismo, subrayó que el consenso y el acuerdo permitió que ya se lleve un año aplicando provisionalmente el régimen de protección de este paisaje cultural con toda normalidad; y con el objetivo de poner en valor este enclave, caracterizado por su excepcional Románico, por su patrimonio antropológico, por su impresionante geografía física o por las antiguas y osadas muestras de ingeniería asociadas al cultivo de las vides.

«Todo esto dio lugar al reconocimiento de una extensión de unos 180 kilómetros cuadrados con un régimen de protección específico, basado en la protección integral de las manifestaciones relevantes del patrimonio cultural construido; en el establecimiento de las medidas de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial; y en la conservación y mantenimiento de las características de un paisaje construido que queremos conservar, promover, difundir y rentabilizar», abundó, recordando que son más de 1.200 los bienes singulares, clasificados en: 70 BICs en el territorio de los 22 ayuntamientos; 512 bienes inmuebles catalogados en el ámbito del paisaje cultural de la Ribeira Sacra; y 634 bienes inmuebles catalogados en todo el territorio de la Ribeira Sacra de carácter sagrado.

Feijóo concluyó aseverando que la declaración de Bien de Interés Cultural supone «el broche perfecto» para cerrar el Año Europeo del Patrimonio Cultural, declarado por el Parlamento Europeo. No en vano, para celebrarlo, Galicia contó con un programa de más de 300 actividades, bajo el lema ‘Somos patrimonio’, y que tuvo como colofón la inclusión de la ‘piedra seca gallega’, el pasado mes de noviembre, en la lista representativa del patrimonio inmaterial de la Unesco, como parte de una candidatura conjunta de ocho países europeos.

PDF: Descarga el dossier de la Ribeira Sacra, pinchando aquí