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El Gobierno local de Sober viene de declarar la guerra a las acacias -mimosas- con actuaciones dirigidas a la preservación de los hábitats o ecosistemas naturales y seminaturales del municipio incluidos en la Red Natura 2000, -en el presente caso un 18% de su superficie- con una ayuda de la Consellería de Medio Ambiente de 9.000 euros. Los trabajos -que fueron ejecutados por la empresa ourensana Foresga -se llevaron a cabo ante la propagación de especies exóticas invasoras, -especialmente la acacia dealbata (mimosa)-, que están poniendo en peligro los hábitats de interés comunitarios.

Así, el ayuntamiento de Sober propuso una serie de actuaciones encaminadas a la eliminación de esta especie invasora y la restauración de la vegetación característica dentro de este espacio. Las zonas de actuación se enmarcan dentro de la zona de protección de la ZEC Cañón del Sil, y su área de influencia, ocupando una superficie total de cerca de 3 hectáreas, en concreto en las zonas de Areas, Os Chancís y A Barca.

Las áreas de actuación fueron seleccionadas por tratarse de superficies donde la invasión de esta especie exótica es incipiente y se encuentra en una fase en la que es viable acometer su control o erradicación mediante una actuación temprana. En la mayoría de los casos estas superficies de actuación son colindantes con los viales de accesos a núcleos habitados, desde donde se está expandiendo por las fincas colindantes. En la actualidad a especie ocupa parcialmente antiguos viñedos y masas arboladas con vegetación autóctona.

Actuaciones realizadas

Los trabajos consistieron en el control/erradicación de la acacia dealbata. Se combinaron técnicas mecánicas (roza/corte) y químicas (aplicación fitocida) como método para el control/erradicación de esta especie invasora.

Los restos vegetales derivados de estas operaciones, dado que no tienen capacidad regeneradora, fueron apilados y aprovechados por los propios vecinos para leñas, o picadillos ‘in situ’ para su incorporación al suelo como materia orgánica.

Realizado este primer tratamiento, se llevará a cabo un seguimiento periódico de la superficie, monitorizando la evolución de la masa y controlando la aparición de nuevos ejemplares o de rebrote en la zona tratada. Este seguimiento permitirá además ajustar la programación del tratamiento complementario en función de la densidad y época del rebrote.