Silbur, el lobo marino encontrado en Burela en enero embarca hacia el Gran Sol

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Silbur, el lobo marino encontrado en Burela en enero con síntomas de deshidratación, será liberado en los próximos días en aguas del Gran Sol. Ayer se procedió a embarcar desde Vigo al ejemplar en el arrastrero ‘Patricia Marta’, en el que será trasladado hacia el norte, hasta un lugar acomodado para realizar su suelta. La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, supervisó personalmente el operativo, que permitirá devolver a este lobo marino a su medio natural, gracias a la colaboración desinteresada del armador y después de que en las últimas semanas recibiese los cuidados necesarios para garantizar su completa recuperación.

Esta acción, tal y como recordó Vázquez Mejuto, forma parte de la colaboración que desde el año 1999 viene manteniendo la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda con la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), para garantizar la asistencia de los animales que aparecen varados en la costa gallega y la recuperación de los que lo hacen en mal estado o heridos.

Los términos del convenio garantizan una asistencia las 24 horas del día por parte de los miembros de Cemma, mientras que el departamento autonómico aporta la financiación necesaria. En este sentido, la conselleira indicó que en los últimos 10 años y gracias a esta colaboración entre ambos organismos, se atendieron en total 410 animales vivos.

Silvio de Burela

Desde el pasado mes de diciembre, aparecieron un total de 14 lobos marinos en las costas gallegas. En el caso concreto de Silbur (abreviatura de Silvio de Burela), el animal fue encontrado el 21 de enero en el puerto burelés con síntomas de deshidratación y varios traumatismos. En el momento de su localización, medía 110 centímetros y pesaba 27 kilos, además, se negaba a volver al mar, por lo que fue trasladado a la UCI de lobos marinos del establecimiento veterinario que la Cemma tiene en Nigrán-Pontevedra.

Su evolución fue favorable, lo que le permitió ganar peso hasta alcanzar los 33 kilos y quedar fuera de peligro en pocas semanas. Una vez superada esta primera fase de la recuperación, se procedió el 6 de febrero a su traslado al Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), dependiente de la Consellería do Mar, paso previo a su suelta. Allí, Silbur permaneció varias semanas más en un tanque exterior de gran tamaño, hasta que el personal responsable del centro constató que su estado era óptimo y le dio el alta.