La Xunta viene de declarar BIC el Colexio da Nosa Señora da Antiga de Monforte de Lemos

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El Consello da Xunta viene de dar luz verde al decreto por lo que se declara bien de interés cultural (BIC), con la categoría de monumento y nivel de protección integral, el Colexio da Nosa Señora da Antiga de Monforte de Lemos, un inmueble clave para comprender el desarrollo del Renacimiento en Galicia y la historia del municipio lucense. El reconocimiento supone, además, dar un paso más en la protección y puesta en valor de los bienes de la Ribeira Sacra, que encara su recta final para la candidatura a Patrimonio de la Humanidad.

El documento, que entrará en vigor después de su publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG), culmina el proceso iniciado en 2016, cuando la Fundación Colexio da Nosa Señora da Antiga presentó una solicitud de declaración de bien de interés cultural. Posteriormente, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural elaboró un informe específico y solicitó el parecer de los órganos asesores y consultivos y en el año 2019 se incoó el expediente, momento en que se aplicó de forma inmediata y provisional su protección y se dio comienzo a su tramitación.

Con la esta decisión, la Xunta refuerza su apuesta de conservación y la revalorización con este inmueble en que está invirtiendo medio millón de euros. En concreto, se incluyen mejoras en la iluminación de su pinacoteca o actuaciones para resolver problemas en la bóveda del presbiterio o en las carpinterías, entre otras. Esta inversión parte del trabajo de puesta en valor de los bienes patrimoniales de la Ribeira Sacra desde el inicio de la candidatura, que cogió un fuerte impulso con la declaración como BIC de todo el territorio.

Recta final de la candidatura

El Gobierno gallego también constituyó la Comisión Interdepartamental de la Ribeira Sacra, en que participan siete consellerías. En el campo del Patrimonio, este compromiso se concreta en 4,5 millones de euros en 30 actuaciones en sus bienes más icónicos. Es un trabajo que forma parte de la candidatura de la Ribeira Sacra que encara su recta final, con la intención de que se resuelva en la próxima sesión del Comité del Patrimonio Mundial que se celebrará en China en verano de 2021.

Además, la aprobación del decreto de declaración BIC del Colexio da Nosa Señora da Antiga, se enmarca en la apuesta del Gobierno gallego por la conservación del patrimonio singular y en la potenciación y reconocimiento de sus elementos claves. En este sentido, forma parte así de los más 70 bienes declarados desde la entrada en vigor de la Ley 5/2016 del patrimonio cultural de Galicia, que facilitó la declaración y protección del patrimonio cultural con un concepto más amplio basado también en las relaciones territoriales y en el patrimonio inmaterial.

Así, a día de hoy, Galicia cuenta con 747 BIC, incluyendo entre las últimas incorporaciones bienes como la Iglesia de la Atalaia de Laxe, el Monasterio de San Martiño Pinario, el Parque do Pasatempo, la Terraza de Sada, entre otras. Además, el Gobierno gallego tiene iniciados ya los trámites para otras declaraciones BIC que se irán resolviendo en los próximos meses.

Ampliación de la delimitación

En el reconocimiento del Colexio da Nosa Señora da Antiga como BIC, el expediente está avalado por un informe previo de la Real Academia Galega de Belas Artes y otro del Consello da Cultura Galega. Este último propuso una serie de mejoras que se tomaron en consideración para dar una mayor solidez a la declaración. El expediente incorpora la ampliación de la delimitación para incluir el Campo de la Compañía, ya que este espacio había estado relacionado en su origen a la propia construcción del conjunto, y también la decisión de ajustarse a los espacios inmediatos que rodean al monumento en el contorno de protección. –De la zona del actual aparcamiento, no se sabe nada de momento-

A la vista de todos los informes, el decreto justifica la declaración en el papel fundamental que representa el Colexio da Nosa Señora da Antiga en el desarrollo del Renacimiento en Galicia y por ser clave para comprender la historia de la ciudad de Monforte y el papel que tuvo la Casa de Lemos en la configuración de este núcleo. La declaración está justificada también por la importancia del mecenazgo eclesiástico en la España del siglo XVI y el proceso educativo impulsado por los jesuitas como arma de la contrarreforma. Finalmente, es especialmente destacable que desde su fundación hasta la actualidad, el colegio sigue cumpliendo la misma función que cuando fue fundado: la enseñanza.

Valor cultural del museo

El Colexio da Nosa Señora da Antiga, también conocido, entre otras denominaciones, como Colegio del Cardenal, Colegio de la Compañía o el Escorial Gallego, es uno de los exponentes más significativos de la arquitectura del clasicismo herreriano en Galicia. El inmueble muestra de una forma tan clara y convincente las reglas compositivas, formales y decorativas de este estilo que supuso, en diversas ocasiones, su adscripción errónea al propio Juan de Herrera.

Entre los espacios singulares, además de la excepcional fachada que preside el Campo de la Compañía, se debe citar la iglesia y sus retablos, así como la cúpula que cubre el crucero, la escalera monumental y sus claustros. En la misma línea, hace falta destacar también la importancia y valor cultural de su museo y el rico patrimonio mueble singular que alberga, en que se pueden encontrar obras de artistas cómo El Greco, Andrea del Sarto o Francisco Pacheco, o documentos y patrimonio bibliográfico de los siglos XV y XVI relacionados con los mecenas del colegio, la Casa de Lemos y, posteriormente, la de Alba.

Historia constructiva

La construcción del Colexio da Nosa Señora da Antiga se comenzó la finales del siglo XVI por iniciativa del cardenal de Sevilla don Rodrigo de Castro. Sus biógrafos lo describen como un humanista exquisito, amante del arte y mecenas de la cultura, y también como un personaje implicado en la vida de la corte de Felipe II. En un momento de su madurez, decidió crear una institución filantrópica en la ciudad de su infancia, Monforte, y donarle su colección de obras de arte y biblioteca.

En 1586 comenzó las conversaciones para la creación del colegio con los jesuitas, con quien mantenía muy buena relación y cinco años después encargó la compra de los terrenos y al año siguiente las obras salieron a subasta. Las obras del colegio comenzaron en 1593 con el proyecto que redactaron Andrés Ruiz, un jesuita de la escuela de Valladolid, y Vermondo Resta, el arquitecto del cardenal en Sevilla.

El inmueble estuvo a lo largo de su historia relacionado con la función educativa, si bien pasó por épocas de mayor o menor esplendor. Incluso por etapas de decadencia relacionadas con los daños consecuencia del terremoto de Lisboa (1755), con la expulsión de los jesuitas (1767), los saqueos de las tropas francesas (1809) o un incendio en 1824.

Ya en manos de los padres escolapios, que se hacen cargo del colegio en el año 1873, el edificio pudo finalizarse en el primer cuarto del siglo XX gracias al reconocimiento del valor y posterior venta de uno de los cuadros que constituyen la singular colección pictórica y de obras de arte del Colegio. El cuadro, obra del pintor flamenco Hugo van der Goes, se vendió al gobierno alemán por una importante suma económica que permitió finalizar las obras entre 1919 y 1930 con el apoyo y supervisión de la Casa de Alba.