La portavoz nacional, Ana Pontón, participó este domingo en la celebración de la XXXI Feira do Viño de Vilachá, en A Pobra do Brollón, cita en la que destacó la excelente calidad de los caldos de la Ribeira Sacra y que aprovechó para avanzar que el BNG va a presentar en el Parlamento «unha Lei do Viño de Galiza», con el objetivo de apoyar a los productores y a las productoras y dar al sector el impulso que precisa.
El proyecto de ley en el que trabaja el BNG formará parte de una batería de iniciativas en defensa de un sector «clave para o desenvolvemento do rural» por su capacidad para «xerar riqueza e emprego, para fixar poboación e para preservar o territorio», aseguró Pontón, quien abogó por uno nuevo marco legal que apoye la producción vitivinícola y fomente los procesos de innovación, industrialización y comercialización del vino.
La líder nacionalista propuso además reactivar las mesas del vino como «ferramenta» que permita mejorar la comunicación entre los profesionales vitivinícolas y la Administración para, de manera conjunta, abordar los problemas y encontrar las mejores soluciones para un sector que a día de hoy ocupa a 100.000 viticultores y mueve alrededor de 200 millones de euros al año en el Galicia. Consideró asimismo necesaria la recuperación de los contratos homologados para garantizar precios justos a los productores y productoras.
Pontón también apuntó al Parlamento Europeo, donde a través de la PAC se toman decisiones que afectan de lleno al futuro del sector. De ahí que, ante la cercanía de las elecciones europeas, subrayara la importancia de seguir teniendo una voz gallega en Europa de la mano del BNG y con la candidata Ana Miranda «que a partir do próximo 9 de xuño teña máis forza para poder defender os intereses do sector vitivinícola galego e do conxunto do País».
Pontón recorrió la feria del vino, donde visitó las bodegas y saludó a los cosecheros y al vecindario, acompañada por el alcalde de A Pobra do Brollón, Xosé Lois Maceda, y otros representantes del BNG en la comarca y en otras zonas enmarcadas en la Ribeira Sacra, donde hay registradas casi 2.000 personas viticultoras repartidas en 89 bodegas, con un volumen de negocio en torno a los 19 millones de euros.
Se trata de una feria de gran tradición que se celebra en las adegas de Vilachá, un conjunto etnográfico de gran valor patrimonial y paisajístico que la líder nacionalista también puso en valor y que según ahondó el alcalde de la localidad, «é o escaparate que amosa a viticultura que se está a facer neste recuncho da Ribeira Sacra», pero también un certamen que «amosa a etnografía e a paisaxe que crean os propios colleiteiros que hoxe están expoñendo aquí os seus produtos», un paisaje que consideró especialmente importante mantener «se queremos que esta zona se considere Patrimonio da Humanidade».
Nós temos que apoiar a estes pequenos emprendedores e que isto anime a que a xente siga vindo ao rural e que vexa que a produción de viño en Vilachá constitúe unha oportunidade económica e, polo tanto, tamén de asentamento de poboación no rural», concluyó Maceda.
